La impresión es el proceso y resultado de reproducir textos o imágenes sobre un material (papel, tela, vinilo, metal…), siendo necesario utilizar diferentes sistemas de impresión en cada caso.
Considerando el tipo de impresoras y tecnología empleada, existen cuatro sistemas de impresión: térmico, láser, por impacto y por sublimación.
Impresión térmica
Fue 1759 cuando Benjamin Franklin utilizó la tecnología térmica para imprimir una imagen. Para ello se sirvió de la luz del sol, trapos de diferentes colores y la nieve de la calle como superficie de impresión. Comprobó cómo distintas aplicaciones de calor podían conseguir imprimir una imagen.
Sin embargo, no fue hasta finales de la década de los 70 cuando su uso se generalizó. En los noventa, la impresión térmica se aplicó intensivamente en las telecomunicaciones por fax, así como de la impresión de tickets y facturas.
La impresión térmica siempre ha estado vinculada a la impresión profesional. Debido a su eficiencia en cuanto a los costes y su menor tamaño respecto a las impresoras de inyección de tinta, este tipo de impresoras se ha utilizado tradicionalmente para imprimir documentos procedentes de maquinaria de hospital.
Impresión térmica directa
Consiste en la aplicación de calor a los cabezales de la impresora. Estos, se ponen en contacto con la superficie de impresión, que debe ser sensible al calor. Cuando esta superficie contacta con los cabezales se vuelve más oscura, obteniendo así la impresión.
Impresión con transferencia térmica
La diferencia con la anterior reside en que los cabezales se ponen en contacto con un ribbon cuyo material, al recibir el calor, se adhiere a la superficie de impresión. Esta opción amplía el abanico de aplicaciones, pues permite imprimir en diversos materiales. Además, al tratarse de materiales no sensibles al calor, estos no se degradan con el tiempo, con lo que se mantiene la calidad de la impresión. Actualmente, se utilizan las impresoras de transferencia térmica en muchas industrias, especialmente aquellas en las que los procesos de etiquetado son importantes en el proceso productivo y la calidad de la impresión debe mantenerse.
Impresión láser
La impresión láser consiste en un láser que, a través de impulsos eléctricos, graba la imagen de la página en un tambor, que luego es embebido en tinta por el depósito del tóner, para finalmente ser transferido al papel por un proceso que combina el calor y la presión.
Una de las características de las impresoras láser es su capacidad de resolución o calidad de sus impresiones. Su resolución varía entre los 300 PPP (puntos por pulgada) como mínimo, a los 2400 PPP; aunque algunas impresoras láser pueden alcanzar todavía mayores resoluciones. Además, las impresoras láser pueden ser monocromáticas (solo un color) o a color, según el tipo de depósitos de tóner que utilicen.
Los usos más habituales de la impresión láser se hallan en el comercio, la pequeña oficina, las imprenta y en general en aquellos negocios que requieran grandes volúmenes de impresión a alta velocidad.
Impresión por impacto
La impresión por impacto se basa en la fuerza de impacto para transferir la tinta al medio o soporte (papel, transparencias…) de manera similar a las máquinas de escribir. Las impresoras de impacto son muy limitadas, fundamentalmente reproducen texto, porque la cinta con tinta les permite hacer pocas cosas con gráficos o que requieran precisión y calidad. Otra desventaja es que se trata de una impresión monocromática. La tecnología de impacto fue la primera que surgió en el mercado y, aunque ha perdido protagonismo por sus limitaciones, sigue siendo útil para la impresión de formularios continuos o facturas. La impresora por impacto de margarita y la de bola están ya en desuso, pero la matricial todavía se utiliza con asiduidad cuando se trata de impresiones de facturas o formularios, especialmente sobre papel autocopiativo o papel continuo.
Impresión por sublimación
La sublimación se ha convertido en una técnica muy popular en la industria gráfica ya que ofrece una gran cantidad de soluciones de impresión con acabados de alta calidad y con un gran rendimiento en los tiempos de producción. La impresión por sublimación utiliza calor para transferir la tinta al medio sobre el que se va a imprimir a partir de una cinta con tinta de cuatro 4 colores CMYK (Cyan, Magenta, Yellow, Key) o Cian, Magenta, Amarillo y Negro.
La sublimación es un proceso basado en que una sustancia pase del estado sólido al gaseoso directamente, sin pasar por el estado líquido. En el proceso digital por sublimación, la tinta pasa directamente al estado gaseoso y se inyecta en la superficie del papel. A nivel microscópico, es como pintar con un spray la camiseta o el artículo a sublimar. Cuando hablamos de tinta, en realidad, nos referimos a pequeñas partículas especiales suspendidas en un líquido que, cuando se les aplica el calor posterior, se fijan definitivamente.
La sublimación permite reproducir de forma rápida y fácil gráficos de alta definición y a todo color sobre una gran variedad de objetos duros y blandos tales como: placas, trofeos, paneles, fundas para móviles, alfombrillas para el ratón…Las aplicaciones son muy extensas, siendo habituales en la industria textil (prendas de vestir, ropa deportiva, tapicerías, banderas y materiales publicitarios…) y en la publicitaria y de merchandising.
La sublimación en metal y otros materiales rígidos
Las aplicaciones textiles es uno de los campos de acción más extensos para la sublimación, pero la técnica sigue innovando y también puede llevarse a cabo con materiales rígidos como madera, vidrio, acrílico, poliestireno flexible, cerámica y distintos tipos de metales. Desde hace más de una década se explora en las diversas posibilidades de la sublimación y, gracias a los avances en las tecnologías de la impresión digital, hoy existe una gran gama de opciones. Las aplicaciones sobre metal pueden ser muy variadas, desde objetos personales a objetos decorativos o diseños personalizados para fundas de móviles hasta máquinas impresas con el nombre de marca y logotipo de la empresa o entidad.
Uno de los campos más populares en la sublimación de metales es la señalización y la publicidad. Para la señales urbanas se requiere una alta calidad y durabilidad en la impresión, pues están a merced del clima. La sublimación en metal es altamente resistente y tiene mayor durabilidad que otros materiales. También los anuncios en metal tienen mayor brillo y esto resulta muy atractivo para las marcas de lujo que buscan un toque vanguardista y sofisticado en sus puntos de venta. Los concesionarios de automóviles son un buen ejemplo, empresas como Mercedes Benz han optado por la sublimación en metal para la señalética de sus establecimientos.

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